Seychelles es la definición de paraíso: aguas turquesas, playas con arena blanca y formaciones de granito que parecen esculpidas a mano. Pero también es selva, lagunas escondidas, parques naturales y días de pura calma. Este viaje te lleva a descubrir tres de sus islas principales —Praslin, La Digue y Mahé— combinando relax y experiencias únicas.
Un santuario natural donde se encuentra el Valle de Mai, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y hogar del mítico coco de mar. Aquí también podrás disfrutar de paseos en barco privado para descubrir playas escondidas y pequeñas islas vecinas.
Sin coches ni prisas, La Digue es la esencia más pura del paraíso. Sus playas, como Anse Source d’Argent, son consideradas de las más bellas del mundo. Aquí tendrás tiempo para recorrer la isla en bici o kayakear entre aguas cristalinas y rocas de granito rosa.
La isla principal ofrece un equilibrio entre playas idílicas y cultura local. Desde practicar snorkel en la reserva marina de Baie Ternay hasta recorrer la isla en 4x4 o deslizarse en kayak por sus humedales, Mahé sorprende por su biodiversidad y paisajes cambiantes.