Un itinerario que une dos mundos africanos: la inmensidad del desierto de Namibia, con sus dunas infinitas y cañones ancestrales, y la riqueza fluvial de Botswana, donde el Delta del Okavango alberga una de las mayores concentraciones de fauna del planeta. Un viaje que pasa de los paisajes áridos a la vida salvaje más intensa.
Dunas rojas que parecen no terminar nunca, contrastadas con el cañón de Sesriem, un paisaje esculpido por miles de años. El desierto en su máxima expresión.
Un paseo opcional para recorrer la arena al ritmo pausado de los caballos y despedirse de esta región única.
Una de las reservas más espectaculares del continente. Safaris en 4x4 entre leones, jirafas y elefantes, combinados con paseos en barco por el río Khwai.
Un santuario natural incomparable, Patrimonio de la Humanidad. Aquí los safaris se hacen en mokoros (canoas tradicionales), a pie o en lancha, para experimentar el Delta desde dentro y con todos los sentidos.