La importancia de empacar bien
Un safari no es un viaje cualquiera. No se trata solo de ropa, sino de llevar lo necesario para disfrutar de la experiencia sin preocuparte por nada más. La clave: viajar ligero, cómodo y preparado para días enteros en la sabana, noches bajo las estrellas y madrugones para ver a los leones en acción.
Ropa adecuada para un safari
- Colores neutros: caqui, beige, verde oliva. Ayudan a mimetizarse con el entorno y no atraen insectos.
- Capas ligeras: las mañanas y noches son frías, mientras que al mediodía hace calor. Llevar una chaqueta ligera es esencial.
- Camisas de manga larga y pantalones finos: protegen del sol y de los mosquitos.
- Sombrero o gorra y gafas de sol: imprescindibles para el sol africano.
- Zapatos cómodos: botas de trekking ligeras o zapatillas cerradas para los safaris a pie.
Accesorios imprescindibles
- Prismáticos: para no perderte ningún detalle de la fauna.
- Cámara con zoom: los animales no siempre están tan cerca como en Instagram.
- Protector solar y repelente de insectos: básicos absolutos.
- Mochila pequeña: ideal para llevar agua, snacks y cámara durante las excursiones.
- Linterna frontal: muy útil en lodges y campamentos con poca iluminación.
Salud y documentación
- Medicinas personales y botiquín básico: paracetamol, antihistamínicos, tiritas.
- Pastillas potabilizadoras (opcional): para zonas remotas.
- Seguro de viaje completo: obligatorio para un safari.
- Vacunas y profilaxis: revisa con antelación qué se recomienda según tu destino (fiebre amarilla, malaria, etc.).
- Pasaporte y visados: asegúrate de que el pasaporte tenga al menos 6 meses de validez.
Consejos para hacer la maleta
- Viaja ligero: muchos vuelos internos limitan el peso del equipaje.
- Bolsa blanda en lugar de maleta rígida: más fácil de cargar en avionetas y 4x4.
- Menos es más: la mayoría de lodges ofrecen servicio de lavandería.
Momentos SARO
En SARO te entregamos una guía personalizada antes de cada safari, adaptada al destino y a la temporada. Además, nos ocupamos de detalles que no caben en ninguna maleta: un desayuno privado en la sabana, un picnic al atardecer o una linterna esperándote en tu tienda de campaña boutique.
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