Las lunas de miel ya no son solo tumbonas y cócteles. Cada vez más parejas buscan experiencias compartidas, recuerdos únicos y aventuras que se convierten en historias para toda la vida. África, con sus safaris y sus playas de aguas turquesa, es el escenario perfecto para esa primera gran aventura juntos.
Un safari al amanecer en Serengeti, con leones y jirafas como testigos, seguido de noches en lodges bajo un cielo estrellado. Y después, la calma absoluta de las playas de Zanzíbar: arena blanca, especias y cultura swahili. Un contraste perfecto entre aventura y relax.
Dunas infinitas en Sossusvlei, elefantes del desierto en Damaraland y, al cruzar a Botswana, safaris fluviales en el Delta del Okavango. Viajar a dos mundos opuestos —el desierto y el agua— en una sola luna de miel es una experiencia tan extrema como inolvidable.
Ciudad del Cabo y sus viñedos para los que disfrutan del buen vino, seguidos por el espectáculo natural de las Cataratas Victoria. El broche de oro: unos días en el Parque Nacional Chobe en Botswana, navegando en barcos solares entre elefantes.
En cada luna de miel, añadimos sorpresas pensadas para dos: un desayuno privado en medio de la sabana, un atardecer con copa en mano frente al río o un detalle romántico en el lodge. Porque el lujo no está solo en el destino, sino en los pequeños gestos que hacen que un viaje sea solo vuestro.