Viajar a África no es solo hacer un safari: es vivir momentos que no suceden en ningún otro lugar del planeta. Paisajes imposibles, culturas ancestrales y encuentros salvajes que se quedan grabados para siempre.
Millones de ñus y cebras cruzando ríos infestados de cocodrilos: la mayor migración animal del mundo, un espectáculo natural que no tiene comparación.
Al amanecer, mientras la sabana despierta, contemplar manadas desde el aire es una de las experiencias más emocionantes que existen.
En lodges boutique con camas al aire libre, el cielo nocturno africano se convierte en tu techo. La Vía Láctea nunca se ve tan nítida.
Un safari acuático en canoa tradicional, entre nenúfares, elefantes y aves exóticas. La calma absoluta del agua es parte de la magia.
En plena sabana, cuando todo se apaga, escuchar un rugido cercano es una mezcla de miedo, respeto y asombro.
Un safari a pie en Tanzania o Kenia, aprendiendo a rastrear huellas y entender la naturaleza desde la mirada de las comunidades locales.
El “humo que truena” se aprecia en toda su magnitud en un vuelo panorámico: una cortina de agua que parece infinita.
Una población única, adaptada a condiciones extremas. Verlos en Damaraland es descubrir la resiliencia de la naturaleza.
Una experiencia transformadora: caminar por la selva hasta encontrarte cara a cara con una familia de gorilas.
El clásico “sundowner”: ginebra, fuego naranja en el horizonte y la sabana extendiéndose hasta donde alcanza la vista.
En SARO diseñamos viajes que incluyen estos momentos únicos y los elevamos con detalles especiales: un desayuno privado en medio de la sabana, un picnic en las dunas de Sossusvlei o un safari nocturno eléctrico en Grumeti.